La victoria de Trump cogió con el pie cambiado a los analistas políticos de medio planeta pero no a Vilas, un poeta aragonés que llevaba meses desabrochando Estados Unidos con sus viajes entre aeropuertos secundarios y sus rutas interestatales en autobús: “Sí, es muy posible que al final gane Trump (…) Porque quien vota ya no es un ser humano, sino un zombi (…) porque si el pueblo judío esperaba a un Mesías, el pueblo zombi espera la llegada de un Terminator”. Cuando la noche es negra y larga, los ojos de los poetas miran mejor.