El 22 de noviembre de 1559 se publicaba una Pragmática en Aranjuez, por la que el rey Felipe II prohibía a sus súbditos castellanos estudiar en las universidades extranjeras. Se exceptuaban de esta prohibición los estudios en las universidades de la Corona de Aragón, incluida la de Nápoles, la de Coimbra en Portugal, y las italianas de Roma y Bolonia. [...] Parece evidente que Felipe II arbitró esta política para evitar el supuesto y peligroso contagio con las ideas luteranas y calvinistas que pudieran aprenderse en estados no católicos.