Pensé que me iba a sacar sangre a mí ahora, dijo Sigourney Weaver al ver como experimentaban en El Hormiguero con las venas de Pablo Motos. En Estados Unidos en los shows de entrevistas entran colaboradores, se crean gags e incluso se hacen experimentos. Como en El Hormiguero. Pero sólo uno o dos sketches, como mucho. Aquí, en cambio, se abruma con una trepidante yincana de numerosas secciones delirantes. No basta con una broma, el formato es una explosión de creatividad. Un aluvión de ideas para hacer flipar al invitado de turno.