Un agujero negro supermasivo, recién descubierto, que está en el centro de un objeto superluminoso podría ser uno más de los hallados periódicamente en la astronomía moderna, que ya dispone de un abundante zoo de estos fascinantes objetos celestes. Sin embargo, este nuevo agujero negro presenta un problema: está tan lejos (y por tanto es tan antiguo porque al observarlo miramos hacia atrás en el tiempo) que no debería existir en aquella época temprana del Universo, apenas 900 millones de años después del Big Bang.