La palabra tres deriva del latín trinum. Históricamente sabemos que entre los primeros pobladores, el tres era el más sagrado de los números, a pesar de ser una figura aritmética. El filósofo griego Platón lo consideraba como la imagen del Ser Supremo en sus tres personalidades: la material, la espiritual y la intelectual. Y el también filósofo griego Aristóteles, sostenía que el tres contiene al principio, al medio y al fin, lo cual para él era el símbolo de la perfecta armonía.