La polémica sobre la homeopatía nos recuerda que, guste o no, la realidad es solo una y no es opinable. Si alguien dijera que la Tierra es plana, ¿le haríamos salir en la televisión a discutir a un astrofísico la forma que tiene nuestro planeta? Si eso nos parece absurdo, ¿por qué seguimos proporcionando altavoces a la homeopatía, que no ha podido demostrar nada de lo que defiende? Que los medios no sepan distinguir entre realidad y fantasías solo contribuye a desinformar y a hacer la bola más grande.