El ‘oro rojo’ iba a ser uno de los pilares del desarrollo económico cubano, con lo que el régimen se volcó en su investigación. En poco tiempo, se lograrían resultados sorprendentes. El propio Fidel, que se autoproclamó ‘ganadero en jefe’, explicó el experimento a los cubanos: Se criarían vacas rojas. ¡Vacas comunistas! Vacas potentes y solidarias, las que dan más leche y la mejor carne. Todo fue por un ‘prodigio’ de la investigación genética que el propio Fidel Castro explicó en la televisión con una especie de trabalenguas...