Hablar dos idiomas puede cambiar el cerebro. Neurocientíficos del Georgetown University Medical Center han comprobado que las personas bilingües tienen más materia gris en los lóbulos frontales y parietales, las zonas del cerebro involucradas en el control ejecutivo. Esto no solo les permite ser más eficaces en la multitarea ya que pueden conectarse y desconectarse rápidamente de diferentes actividades sino que también les aporta flexibilidad y una mayor capacidad de adaptación ante los cambios inesperados.