Cultura y divulgación

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El placer de robar: Testimonios de cleptómanos

Los enfermos no planifican robar ni toman medidas preventivas para evitar que los pillen en el acto. El robo lo cometen solos, no buscan ayuda o asistencia, simplemente satisfacen un impulso irracional.
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Sobre el arte de robar libros

Ya no puedo entrar a una librería sin empezar a idear inmediatamente las posibles formas de salir con el libro que quiero sin ser detectado. Ahora que la cantidad de libros robados en mi modesta biblioteca personal supera la docena (cantidad insignificante comparada con los 52.000 robados por Duncan Jevons, detenido en 1995, maestro de maestros), creo que es hora de buscar culpables. Son solo dos: Roberto Bolaño "Lo bueno de robar libros -y no cajas fuertes- es que uno puede examinar con detenimiento su contenido antes de perpetrar el delito."
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Ladronas victorianas: la cleptomanía como revolución femenina

Las burguesas de clase alta fueron el mal endémico de los primeros centros comerciales y galerías metropolitanas de la época victoriana. A diferencia de las ladronas o vándalas de origen humilde, estas señoras no se podían permitir ir a la cárcel y manchar de esa forma su pedigrí. La justicia lo sabía y los maridos también. Por eso había un pacto no escrito para exculpar al hombre con el sólido argumento de que "los caballeros no actúan de tal modo". Ellas quedaban así en manos de médicos especializados en "trastornos femeninos".
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Cómo tratar a un cleptómano

En el caso del cleptómano, la persona muestra un impulso irrefrenable e incontrolable por substraer objetos. Aquello robado carece de valor y no es algo que necesite la persona en sí para nada en concreto.
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Cleptomanía: derrumbando mitos sobre este trastorno

Mito número 1: Sienten placer por robar y son incapaces de sentir culpa. El cleptómano experimenta un cúmulo de emociones negativas y cierto aumento de tensión interna antes de robar un objeto, por lo que siente que solo hurtando podrá aliviar dicho malestar. Si bien es cierto que está presente este sentimiento de alivio de la tensión tras llevar a cabo el acto, la sensación es diferente a la del placer, porque suele ir acompañada de un latente sentimiento de culpa posterior al acto. Dicho de otra forma, tratan de mitigar la ansiedad.
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Faruk I de Egipto: el rey que robó el peluco a Churchill

La cleptomanía es un trastorno mental caracterizado por una tendencia irrefrenable al robo. Muchísimas celebridades han sido señaladas como cleptómanas, desde la actriz Winona Ryder a la cantante Katy Perry, pasando por el jugador de fútbol americano O. J. Simpson. Pero ¿qué pasaría si el cleptómano en cuestión fuera un diplomático? ¿Se puede ser ambas cosas a la vez y que todo salga bien? Pues probablemente no. Este fue el caso del rey de Egipto Faruk I.
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Ladronas victorianas

Todos sabemos qué son los grandes almacenes, pero muchas veces no nos paramos a pensar qué significó su aparición en muchos de sus aspectos. Ladronas victorianas, de Nacho Moreno Segarra, es precisamente un ensayo que nos muestra bastante qué produjeron.

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