Uno de los finales más memorables en la historia del cine, pero también es ambiguo y abierto a la interpretación, con preguntas que deben responderse y significados que deben explicarse. Adaptada de la novela de Charles Webb del mismo nombre, The Graduate gira en torno a Benjamin Braddock (Dustin Hoffman), recién graduado universitario sin rumbo fijo, que comienza una aventura con una mujer mayor casada, la señora Robinson (Anne Bancroft), antes de enamorarse de su hija.

Este es un hecho brutal para la clase universitaria de 2024: no hay suficientes trabajos de nivel universitario para todos ustedes. Algunos los conseguirán. Otros tendrán que conformarse con empleos que no requieran una educación universitaria. Y la historia demuestra que muchos de los que empiezan en un trabajo que no requiere estudios universitarios siguen trabajando en ese tipo de empleo una década después.

A medida que crecen los costes de ir a la universidad y aumenta el número de estudiantes, EEUU ha acumulado una deuda universitaria de 1.300 millones de dólares. La tradicional creencia americana de que invertir decenas de miles de dólares (y endeudarse casi de por vida) para estudiar una carrera merece la pena empieza a tambalearse.

Los titulados en 2010 con mayores tasas de empleo en 2014 estudiaron Ingeniería en Electrónica, Medicina, Ingeniería en Automática y Electrónica Industrial, Ingeniería Aeronáutica e Ingeniería Naval y Oceánica. Los titulados en 2010 con menores tasas de empleo en 2014 estudiaron Filología Francesa, Diplomatura en Navegación Marítima, Filología Árabe, Historia del Arte y Ciencias del Mar. El 72,0% de los titulados universitarios del curso 2009-2010 que han trabajado alguna vez