El filósofo mexicano Leonardo da Jandra se fue a la selva del Estado de Oaxaca, México, durante treinta años, con el objetivo de sentirse libre, escribir, leer y tener la vida en sus manos, como él mismo explica. Él comenta: "Los señores que yo llamo neo-fenicios, que son quienes tienen en sus manos el poder económico, ante el que ahora está supeditado el poder político, hacen un énfasis muy específico en sacar a la filosofía y a la ética de la enseñanza, porque una juventud consciente, reflexiva, crítica, es muy difícil de domesticar".