Según dos nuevos estudios científicos, las setas con psilocibina funcionan disminuyendo la actividad en regiones clave del cerebro, en lugar de aumentarla. Este descenso se produciría en las áreas que constriñen nuestra experiencia sensorial del mundo y nuestro sentido de la identidad, permitiendo que el cerebro relaje su tendencia a ordenar la realidad y se abra a un espectro perceptivo más amplio.

Una investigación de la Universidad Johns Hopkins de Medicina ha proporcionado un mayor conocimiento sobre los beneficios de dosis de psilocibina, el componente psicodélico activo hallado en las "setas mágicas". El estudio trataba de hallar la dosis a la que los efectos sean siempre positivos psicológicamente a largo plazo, anulándose la existencia de "malos viajes" con dosis de 5mg/70Kg. Además, encontraron que las dosis más altas producían los efectos más positivos en un 78% de los sujetos experimentales.