Los asistentes a la Semana Grande de Bilbao se quedaron atónitos al ver en una de las casetas un mural, de apariencia infantil, con posturas sexuales. Detrás está la asociación Pinpilinpauxa, que, en su declaración de intenciones se definen como una organización "festivo multiorgásmica" y "delictiva" dentro del panorama actual de las comparsas bilbaínas.