Durante el popular espectáculo, ocurrido en 2013, la cantante usó sujetador y pantalones de látex, y cantó el tema "We Can't Stop" mientras sacaba la lengua repetidamente y se frotaba contra Robin Thicke. Una actuación que dio mucho que hablar. "Llegó un momento en el que me sentí sexualizada", ha declarado ahora la cantante a la revista Harper's Bazaar.