El reciente juicio a 'la manada' en Pamplona ha avivado el debate sobre la existencia de las llamadas "drogas de sumisión química". En resumen que, mientras la prensa parece haber dado rienda suelta a la literatura amarillista, basada en supuestos y declaraciones de miembros de servicios de urgencias de hospitales, las estadísticas oficiales no mencionan la presencia de esta droga entre las utilizadas para someter químicamente a las víctimas de abusos sexuales, extorsiones o sustracciones de dinero