Visualizar películas pornográficas incrementa la testosterona en el hombre: hasta un 10 % o incluso más. Es lo que sugería un estudio alemán de 1974. Tras contemplar una porno, se mejora la musculación, la resistencia al esfuerzo y el deseo de superarse. En 2010 se confirmaron los resultados con otro estudio semejante con jugadores profesionales de hockey.

Viagra para el Azul en el DF. Siguiendo las últimas tendencias de la medicina deportiva, Motagua usará Viagra desde su llegada a México para combatir el mal de altura en el juego de este miércoles ante el América por la Concacaf Liga Campeones. Esta práctica la hizo incluso la Selección Nacional en 2013 en el famoso #Haztecazo que hizo ganar al equipo hondureño 1-2 por las eliminatorias rumbo al Mundial de Brasil 2014.

David López Capapé, que fue responsable de Antidoping de la RFEA, explica algunas de las claves sobre esta lacra para el deporte. La línea del dopaje es muy clara, una línea escrita compuesta por todos los productos o métodos que están prohibidos por la Agencia Mundial Antidopaje. Lamentablemente el dopaje influye mucho. En el alto rendimiento existe una gran igualdad competitiva. Las medallas se ganan con diferencias de décimas de segundo. En este caso, cualquier diferencia mínima ya es apreciable. Pero es que, además, el doping influye mucho.

Si es lo suficientemente bueno para Sharapova -y muchos otros atletas rusos- debe serlo también para la gente común.Al menos a juzgar por las cifras de ventas.Ese parece ser el razonamiento detrás del aumento en las ventas de meldonium,también conocidos como mildronate,en Rusia y en la vecina Letonia,donde se desarrolló durante la era soviética. Las ventas están camino de duplicarse. No es de extrañar tal y como el marketing dice que te ayuda. "Al utilizar mildronate,puede sentir un efecto tonificante,mejora la memoria,agiliza la mente...

El uso de sustancias para mejorar el rendimiento deportivo no es nada nuevo ni exclusivo del deporte de élite. Distintas organizaciones tratan de velar para que todos los deportistas compitan en igualdad de condiciones, y en su implacable persecución de los «tramposos» han de recurrir a la ciencia. Sin embargo, conforme avanzan las nuevas técnicas de detección también crece la posibilidad de doparse de una forma silenciosa, sin dejar huella, mediante lo que se conoce como dopaje génico.