Nadie ha reclamado la autoría de la masacre (86 muertos y 186 heridos) perpetrada en Ankara el 10 de octubre de 2015. Pero, teniendo en cuenta que el PKK ya tenía previsto proclamar unilateralmente un cese de hostilidades durante el periodo electoral, el hecho que Erdogan ya apostaba por sembrar el miedo entre su propio electorado y el pasado criminal del Estado profundo turco, Savvas Kalenterides estima que es evidente la responsabilidad del gobierno turco.