Un simple experimento nos muestra que sin la vista y sin el olfato, se puede comer cebolla y creer que es manzana, ya que ambos alimentos comparten ciertas similitudes y, además, se inhibe la función ortonasal y retronasal. En el momento en que destapamos la nariz y se facilita la detección de los compuestos químicos volátiles, podemos identificar claramente qué estamos comiendo.
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etiquetas: vista , olfato , gusto , cebolla , manzana
Una chica con su mejor amiga.
- Joder niña, tengo casi 30 años y todavía no me han comido el coño
- ¿En serio?
- Sí tía, todo el que lo intenta, me dice que me huele a cebolla y que apesta tanto que les dan arcadas.
- ¿Por qué no pruebas a que te lo coma el Braulio? Dicen que no puede oler.
- Hostia, que buena idea.
A los días, con el Braulio en la cama, después de una velada interesante, éste baja al pilón, y de repente para y le dice.
- Oye, a ti te huele el coño a cebolla, ¿no?
- Sí, pero joder, ¿No decías que no puedes oler?
- Y no puedo, pero es que estoy llorando.