Dicho de otro modo, ¿es posible compaginar un sistema político que se proclama igualitario con un sistema económico que vive por y de la desigualdad? A otro nivel, ¿pueden los discursos hoy hegemónicos, tanto entre las mayorías sociales como entre las elites ideológicas, ser compatibles con los principios democráticos de justicia e igualdad que organizan supuestamente nuestra sociedad?
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etiquetas: manuel delgado , valores , democracia , inmigrantes , capitalismo
Lo digo después de enterarme que un amigo rojillo y empresario que tengo explota a sus trabajadores al nivel del empresaurio más carca del pleistoceno.
#2 Exacto!