Animar, como se está animando, a millones de personas a identificar una vocación vitalicia y perseguirla hasta el final es un error a medio camino entre la crueldad, la puerilidad y la estupidez.
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etiquetas: profesión , trabajo , vocación , el sentido de la vida
Mientras unos sueñan con ser futbolinstas y dedican tiempo a entrenarse y comprar equipaciones, etc, otros estudian para ser médicos, abogados o ingenieros. De entre los primeros solo unos poquítos conseguirán llegar a algo y por el camino se habrán quedad millones que no llegarán a nada y habrán invertido su tiempo en algo que no dió frutos, pero sostienen la pirámide.
Otra cosa es emperrarte en algo aunque no sirvas para eso.
Si te dedicas a algo que te gusta, ya tienes un 50% avanzado pues simplemente le pones más empeño en lograrlo.
Por eso curro en algo que medio me gusta.
Por ejemplo, es algo habitual si hablas de medicina o de educación, parece que solo deberías entrar ahí por vocación. Y se termina convirtiendo en un mantra, como en el del emprededor. De hecho, date cuenta que en cierta forma tu estás cayendo en ese falso dilema, el que no trabajes en algo por vocacion no tiene que ver con que no te llene o te aburra, puede que ocurra, pero no tiene porqué. Es más, hasta diría que muchas veces se habla de vocación justamente para justificar trabajos de mierda, como lo que hemos visto con los "becarios" de los restaurantes de lujo. Así que tienes a alguien que necesita autoconvencerse de su vocación para no darse cuenta de que lo que hace es una mierda.