Más que dejarse morir se consumió empobrecida tras un cese brusco de sus relaciones comerciales con los tirios, tras la caída de Tiro ante Nabucodonosor. Aun así y salvando el período de Argantonio (mitad VI a.C.) y sus relaciones con los griegos, Tartessos transmutaría alumbrando el mundo ibérico en el este, el túrdulo-turdetano en su núcleo del Guadalquivir (río Tartessos), un importante legado al oeste a lo largo del Guadiana (de donde procede foto entradilla: santuario del Turuñuelo) y en el sur portugués. Al menos.