Cultura y divulgación
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Warhammer 40000, el juego de cartas coleccionables

El Warhammer 40.000 empezó como un spin-off futurista del wargame de miniaturas fantástico Warhammer a finales de los 80. Con el tiempo, superaría en popularidad a su predecesor y lo enterraría junto a casi todos los otros juegos de Games Workshop. Más de 30 años después, tras nueve ediciones, el Warhammer 40.000 sigue siendo el juego estrella de la compañía (...) hoy os voy a hablar del primer juego de cartas que salió en los tempranos dos miles (con lo que no es exactamente "de los 90"): el Warhammer 40.000 CCG de Sabretooth Games.

| etiquetas: warhammer 40000 , cartas , sabretooth games
  1. games workshop unas maquinas de sacarle el dinero a los niños. entre sus currelas se comentaba que tras pasarse los alquimistas toda la edad media buscando la formula para convertir el plomo en oro fue workshop quien la encontro en 1975, solo habia que darle forma de figurita.
  2. pues yo lo veo perfecto.
    Tienes hijos?
    quieres que no caigan en las drogas?
    Inicialos en las miniaturas de Warhammer y nunca tendrán dinero para drogas.
  3. #2 xD

    En este caso habla de cartas, no sé cuánto saldrían, conociendo al personal no las regalarían.
    Ahora, también te digo que yo llegue a jugar a algún wargame con tacos de madera si hacía falta, al final lo importante de verdad es el reglamento y las estadísticas.
  4. #1 a los niños de 20 años para arriba dirás, por no decir de 30 o 40 xD xD
  5. #1 Desde que se cargaron Fantasy de mala manera paso de GW.
  6. tul #6 tul *
    #4 se les engancha cuando son niños y ya tienen clientes que se pasan toda la vida tirandoles billetes.
  7. #5 bien que haces, hay mejores sistemas de combate de minis y mejores minis a precios mucho mas competitivos.
  8. #7 A mí lo que me gustaba más era el transforndo, era un mundo enorme aparte del propio juego, pero se lo fueron cargando para centrarse en cuatro ejércitos.
  9. #3 jugar con tacos de madera?
    Cosa más Heretica!
  10. #9 Así de mangui, no tener dinero no me iba a mí a impedir jugar.
    Pero sí, era una actitud herética para más de uno.
    Menos mal que me gustó el rol y era más barato.
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menéame