Las ciudades se convierten en fantasmas no solo cuando las abandonan todos sus vecinos. A veces, al contrario, nadie se acerca a una ciudad nueva. Las autoridades de algunos países con economías de pelotazo aprueban proyectos grandiosos para la construcción de nuevas ciudades y regiones, pero muy a menudo calculan mal: en las selvas, estepas y desiertos de África y Asia crecen ciudades condenadas a convertirse en una ruina. Debido al auge de la construcción, ciertas regiones están llenas de áreas residenciales vacías y aeropuertos sin valor.