Lo hemos repetido varias veces, el machismo es cultura, y la cultura tiene la capacidad de condicionar los comportamientos y conductas, es decir, de que ocurran unas cosas y no otras; pero sobre todo tiene una capacidad que a la larga se muestra más importante ante la variabilidad de las circunstancias y los cambios sociales, la de dar significado a lo ocurrido.