Al planificar el vuelo, escogeremos un vuelo directo, sin escalas para reducir el estrés de nuestro gato. También evitaremos viajar durante las horas más cálidas o las más frías del día, ya que la termoplejía es una causa frecuente de muerte de animales de compañía. Los gatitos menores de tres meses y las gatas gestantes no deberían volar.