Si uno vive en Roma, independientemente del barrio en cuestión, no oye ese particular sonido que tienen las ciudades desde primera hora de la mañana. Por un momento, a eso de las siete y media, se oye sólo el camión de la basura, que funciona regularmente. De vez en cuando, pasa algún coche. Entre otras cosas, porque el Gobierno italiano está siendo muy claro: "Quedaos en casa"