Corría el año de 1952. Doroteo Guamuch Flores, también conocido como Mateo Flores, corría por Guatemala el maratón de Boston, Massachusetts, Estados Unidos. Aquel hijo de agricultores y repartiendo leche a los vecinos de la localidad se haría famoso en todo el mundo por su vestimenta para correr dicho maratón. Las imágenes impactaban en el público por las calles de Boston al ver su menuda figura y un detalle imposible de dejar pasar: corría con zapatos de vestir.
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Ese día, temprano, me vestí, desayuné, revisé la mochila y el material necesario. Nos juntamos todos en un vehículo y pusimos rumbo al barranco, (situado a más de una hora de viaje).
Finalmente llegamos a la cabecera del barranco y comenzamos a preparar el equipo de forma jovial y animada.
Hacía buen día, y yo me sentía cómodo, ... demasiado cómodo:
Resulta que había salido de casa… » ver todo el comentario
Yo recuerdo un descenso que hicimos 4 con 2 arneses, bajar uno, arnés para arriba, bajar, otra vez para arriba, así en todos los rapelles
Desde entonces, a ese tipo de zapato (bien diseñado, bien trabajado, y de buena calidad), que lo mismo te sirve pa' una boda que para regresar a pie desde el extra-radio sin problemas, yo le llamo "calzado universal".
Eso sí no son los más extra cómodos para el campo, pero tampoco los peores, las chanclas o deportivas de 30 euros, suela fina.... son peores obviamente... pero te quitan mucho peso en la mochila lo mismo te valen para el campo que luego para vestir por la noche
Los que me cuadran menos son los de suela de madera
... pero si en latinoamerica...
De los que vivieron por miles de años antes que los colonizadores llegaran.
Esto es casi no noticia.
Otro detalle: los verdaderos americanos venían de, sobre todo, Siberia.
Cortés, fue de viaje de negocios a Tenochtitlan y Pizarro fue a ver como se hacia el ceviche.
Cuentan las crónicas que los domingos, cuando la gente iba a misa, muchos recorrían casi todo el camino con ropa limpia y planchada, pero ¡descalzos! (llevando los zapatos en la mano, para no desgastarlos), y sólo se calzaban a escasos metros del templo.