Ni en casa de Josefa Lagares Vázquez, una vecina de La Palma del Condado (Huelva), ni en la Junta de Andalucía se explican cómo es posible que la tarjeta para mayores de 65 años (Andalucía Junta Sesentaycinco) le haya llegado a esta mujer esta misma semana, cuando tiene ya 93 y cuando sus condiciones físicas le impiden ya poder disfrutar de las ventajas que supone tenerla en su cartera.
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Los burócratas deberían estar en el paro.
Habría que preguntarse por qué Hacienda a la hora de cobrar, o los políticos a la hora de
spamizarte conenviarte sumierdapropaganda electoral o su boleto de voto no tienen nunca esos problemas.<Iker Jiménez/on>Uno de los grandes misterios del Universo <Iker Jiménez/off>