Es uno de los mandatarios más poderosos del mundo y también de los más excéntricos. Los guardaespaldas de Vladímir Putin, presidente de Rusia, recogen en bolsas sus heces cuando está en el extranjero para poder traerlas de vuelta a Rusia, según informa la revista francesa Paris Match. Cada vez que el mandatario ruso abandona el país temporalmente, defeca en su propio inodoro, y después sus guardaespaldas recogen las heces y las guardan en unas bolsas especiales. Después, las envían a Rusia donde acaban destruyéndolas.