Luis, entre consternado e irónico, me preguntaba si era masoquista, cuando le trasladaba por e-mail todas mis desventuras en el portal más Democretínico de la interné. “Pero ¿para qué pierdes el tiempo ahí?” Yo quería poner a prueba mis post, enfrentarlos al voto de una mayoría ajena a Red Liberal y a todos los saludables memes liberales que por aquí circulan. Quería, vanidoso y temerario de mi, saber cuán alto podía subir –o bajo caer- sometido al escrutinio de la multitud.