Reinhold Boyer, un ingeniero austriaco afincado en Madrid, logró salir airoso en no menos de media docena de grandes tragedias entre 1898 y 1960, en las que perdieron la vida cerca de un cuarto de millón de personas, incluyendo el terremoto de Sicilia de 1908 (200.000 muertos), el gran huracán de Miami de 1926 (12.000 muertos), el desbordamiento del río Mississippi (miles de muertos), el incendio de una mina en el paso de Calais (1.100 muertos) y un largo etcétera. Boyer estuvo a punto de embarcar en el Titanic, pero enfermó la víspera.