Una vecina de San Fernando acaba de perder la guarda y custodia de sus tres hijos, de 6, 10 y 12 años, por ser una mujer trabajadora. En la sentencia que ha dictado la titular del juzgado de Primera Instancia nº 3 de San Fernando, tan sólo se alude a esa condición para conceder dicha responsabilidad al padre, que tiene reconocida una incapacidad permanente absoluta desde el año 2005, y por tanto, según el fallo judicial, tiene más tiempo para dedicarse a sus pequeños.