A veces, los animales de compañía manifiestan problemas de comportamiento, padecen estrés, no superan ciertos miedos o, sin saber por qué, de un día para otro, se vuelven agresivos con ciertas personas. En estos casos, necesitan la ayuda de un especialista –el étologo–, es decir, de un psicólogo veterinario. Conoceremos los casos de Pepa, una bulldog, Martín, un perro de agua, Pancho, un labrador, Linda, una caniche y Sunshine, un pointer de la mano de Pablo Hernández, especializado en Cambridge en psicología canina.