La importación del whisky, el ginebra y el tequila a Rusia tiende a duplicarse cada año mientras que el mercado del vodka parece estancado. Poco a poco, los rusos van mostrando un mayor grado de preferencia por licores exóticos, según la conclusión del Centro para el estudio del mercado federal y los mercados regionales de bebidas alcohólicas. El pasado año, Rusia importó casi 10 millones de decalitros de licores, un 20% que en 2006. Un incremento de estas proporciones es propio de la fase inicial de la penetración en un mercado, constatan los