El Departamento de Seguridad asegura que se trata de un «malentendido» y recalca que los arrestos se produjeron con «conocimiento» del juzgado de Durango
12 meses después del derrumbe en el vertedero, aún siguen sin ser localizados los restos de Joaquín Beltrán, uno de los trabajadores desparecidos. Vecinos, ecologistas e investigadores advierten que continúan varios puntos oscuros.