Pasa que van a acabar, por fin, quitándole de la cadena de emisoras episcopales. Y se irá a seguir predicando el mal con su libertad digital y con la red de televisiones que le han regalado Espe y Camps. El matonismo, la prepotencia, el sectarismo más feroz y la difamación son las herramientas de tabajo más corrientes de quien parece que utiliza el periodismo, pero sólo nominalmente.