… desde chiquita fantaseaba con el poder ser princesa. imaginaba las mil y una formas de atravezarme en el lugar indicado, en el momento indicado en la vida de un principe, solo bastaba una mirada, decia entre mis ilusiones y como arte de magia, o juego del destino, el se enamoraria de mi. pero claro, como en toda historia de amor, como en todo cuento de hadas, no bastaba con una mirada; habia que atravezar todos los obstaculos que se nos interpondrian, obstaculos queharian mas excitante, mas esperado nuestro encuentro, nuestra union...