El gran Alfredo Landa sufrió un ictus hace poco más de año y medio y tuvo que estar hospitalizado en una clínica madrileña, donde se sometió a diferentes tratamientos de rehabilitación, hasta que le dieron el alta médica y pudo regresar a su casa. Una vez allí, todos los días se somete a unos ejercicios durante cuatro horas que le están ayudando a recuperarse. Los médicos le han dicho que, si todo sigue así, en verano podrá abandonar la silla de ruedas.