Durante el día, ingenieros de la NASA trabajan en el diseño del nuevo cohete espacial Ares, mientras que por la noche, otro grupo de especialistas "encubiertos", buscan crear una nave, Júpiter, más óptima, económica, segura y acorde a la misión de volver a la Luna para 2020. Los 57 voluntarios del plan alternativo trabajan por su cuenta en su tiempo libre, en su mayoría de forma anónima y con la ayuda de colegas de fuera del proyecto oficial. No se animan a decirlo públicamente por miedo a ser transferidos, descalificados o despedidos.