Las tribus nómadas no construyen casas. La selva es su casa. Se trasladan en busca de comida, sin modificar el entorno para conseguirla. Recolectan frutos y raíces o cazan animales. Sin embargo, para algunas comunidades indígenas, cada vez es más difícil seguir este modo de vida. Nunca antes imperó tanto la ley de la selva, pero en el peor de sus sentidos. Fieles a sus tradiciones y a la madre naturaleza, admiran con impotencia cómo ambas se destruyen.