Supongo que todos conocemos el célebre cuadro de Las Meninas de Velázquez y podría apostar que no lo hemos visto sólo una vez, sino muchas en diferentes ocasiones y momentos. Sin embargo, la mayoría de nosotros, cegados por la ignorancia, no vemos más que un cuadro. Una bella y cotidiana estampa palaciega sin ningún tipo de malicia. Pero nada más lejos de la realidad. En una época en que las cosas sólo se podían decir sin decirlas, Velázquez quiso que sus Meninas fueran un auténtico panfleto reivindicativo.