Se trata de una quincena de personas, desconocidas más allá de los círculos abertzales y los Servicios de Información, a los que se considera seguidores de la 'línea dura' impuesta por ETA tras la ruptura de la última tregua, contraria a toda negociación y partidaria de seguir con la "lucha armada". Aunque con perfiles diferentes, todos los detectados tienen en común un pasado en distintas organizaciones del MLNV, algunos han sido detenidos por actos de 'kale borroka', y son, en su mayoría, menores de 40 años.