“Es un sector en el que no te haces millonario, pero en el que vives tranquilo porque sabes que día sí, día también, siempre tienes un sueldo”.“Ahora no vale con quedarse en la parada a esperar al cliente, hay que salir a buscarles y recorrer kilómetros en balde”. En la actualidad, con la desaceleración económica, el colectivo reconoce que su actividad ha disminuído cerca de un 20%, lo que ha contribuído a disminuir la recaudación considerablemente. “Si unimos esto al aumento del precio del gasóleo, estamos ante una depreciación en el oficio”.