"Quien no haya vivido unas elecciones en Estados Unidos o en Francia, no sabe lo que es la política. En el resto de países se multiplican las propuestas, los programas, los folletos y los mítines… en Idaho y en Amiens, en Nebraska y en Bretaña, no se elige una lista de la compra política. Se decide al padre (o madre) de la nación, al hombre providencial de dos países de ego infinito y que se sienten llamados, cada uno, a liderar el mundo a su manera. Estados Unidos ya no manda como antes. Y Francia ya no manda nada."