Los españoles trabajan más horas que los alemanes. Y los daneses son los que menos tiempo dedican al empleo remunerado. La OCDE acaba de desmontar un puñado de tópicos sobre los ciudadanos más devotos al trabajo en su informe Society at a glance hecho público ayer. Los alemanes trabajan menos horas por cabeza, pero todos sus datos económicos (producción, tasa de paro, competitividad) causan envidia en el resto de países desarrollados. No se trata, entonces, de echarle muchas horas al trabajo, sino de trabajar bien.