El 25 de agosto de 2009 Antonio Blanco fue a buscar a su hija Isabel Shiori como cada tarde, pero se encontró el piso de su exmujer vacío. Se temió lo peor y, pese a que denunció la desaparición en ese mismo instante, nada se hizo para que la madre, de nacionalidad japonesa, se llevara a la niña a su país. Tampoco fue impedimento que la pequeña Isabel solo pudiera abandonar España con la autorización de su padre o de un juez.