Post en el que se nos aportan algunas claves de la historia del inventor del karaoke, Daisuke Inoue, el hombre que, a pesar de no saber cantar ni leer música ni aporrear un teclado mucho mejor que un niño, dio vida a uno de los inventos más característicos de las últimas décadas. Daisuke, probablemente motivado más por su afán de comunicar que el de rentabilizar su obra al estilo SGAE o puede que también más despistado de lo aconsejable, se olvidó de patentar el invento y, consecuentemente, condenado a sufrir en silencio y en la pobreza