A un costado de la vía que conduce a la ciudad de Belén, en los territorios palestinos y en pleno barrio Talpiot de Jerusalén, hay una oficina discreta pero sorprendente. Quedan pocos minutos de un atardecer con cielo naranja, y en el local de barrio ya se encendieron las luces. Una vez se atraviesa la puerta, aparece la oficina de una flota de taxis singular: allí, en plenos tiempos de guerra y divisiones territoriales, reposa un cuadro con textos del Corán (el libro sagrado de los musulmanes), junto a textos en hebreo, lengua vital de los pr