Hace tiempo que los cazatendencias nos venían avisando: se lleva lo retro. Primero volvieron los bigotes, luego el look marinero y ahora la Sagrada Inquisición. Todo vuelve tarde o temprano y, hoy por hoy, las leyes vintage son lo más. El único problema es que esta ley no parece asumible en nuestro país. Porque, si en España encarceláramos a todo el que se caga en el Todopoderoso, se acabarían los atascos (de ahí que en el Madrid de la Edad Media se pudiese aparcar sin problemas).