Alba Silva, de 19 años, es tetrapléjica, y desde 1997 su vida son los caballos. "El movimiento rotatorio del caballo es como un masaje, ayuda a que las piernas circulen con mayor fluidez". En hípica adaptada, ha sido medalla de plata y de bronce en varios campeonatos de la Federación Española de Discapacitados Intelectuales, medalla de oro en el Campeonato de Catalunya, ha participado en varios Campeonatos del Mundo, y ha tomado parte en varios torneos de Doma. Pero el espíritu aventurero la empuja a conseguir su sueño: las paraolimpiadas.